Hablar de migración es entre muchas cosas hablar de justicia social, política y patrimonio cultural que van creando una identidad dentro de un país en el que los migrantes tratan de establecer una mezcla de tradiciones y costumbres de lo que conocían y de lo que ahora conocen. En Nueva York albergan alrededor de 1.5 millones de mexicanos y muchos de ellos llegaron a esta ciudad con la finalidad de trabajar para un futuro mejor, a estudiar, otros para cumplir sueños que solo esta ciudad podía ofrecerles y como el arte siempre toca cada espacio de cualquier ciudad y de cualquier sociedad, ésta ha permitido a los migrantes poder expresar sus emociones y sentimientos a través de la arquitectura, música, pintura, cine, etc.
El acercamiento al arte por parte de la comunidad mexicana es cada vez mayor, lo podemos ver en las paredes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el mural “Fraternidad” de Rufino Tamayo y el mural “Agenda 2030” de Manuel Felguerez, en “La Babilonia de Hierro” crónicas neoyorkinas (1920-1936) de José Juan Tablada, en la audiencia de La retrospectiva “Espectáculo todos los días: cine popular mexicano” en el Lincoln Center (FLC), en la exhibición “Painted in Mexico” en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York donde pudimos apreciar pinturas coloniales como “La boda de la Virgen” de José Sánchez en el Museo o “La Virgen del Carmen y las almas del purgatorio con José y el profeta Elías” de Juan Francisco de Aguilera, las caricaturas e ilustraciones de Miguel Covarrubias en las revistas Vanity Fair, Vogue y New Yorker, la adaptación de “Como agua para chocolate” de la mexicana Laura Esquivel en el American Ballet Theatre, entre muchos otros ejemplos culturales donde el arte mexicano ha destacado en la ciudad de Nueva York.
No obstante, no solo es importante el arte que se muestra en lugares emblemáticos de mexicanos ya reconocidos, también hay muchos nuevos artistas tratando de encontrar un lugar en esta ciudad o en muchas otras dedicados a la pintura, el cine, la escultura, la moda etcétera y lo importante de esto es que la comunidad con cada día que pasa, se ve más envuelta en el arte, cada día aprecian más las expresiones artísticas, apoyando y valorando el trabajo de sus connacionales.
Nueva York es una ciudad conocida por su diversidad en todos los ámbitos y México es un país con mucha riqueza cultural que ofrecerle al mundo, razón por la cual los migrantes y los mexicanos en sí han incursionado en el arte empapando la ciudad con sus raíces y por eso quiero hacer una invitación a todos para retomar el Nacionalismo de José Juan Tablada que fue lo que nombraron y cito “Una estrategia para incorporarnos a la modernidad al grito de lo indígena es lo nacional”.
Tablada fue un periodista, poeta y diplomático mexicano que inició la poesía moderna mexicana, estudió el arte hispanoamericano, precolombino y contemporáneo. Vivió muchos años en Nueva York en la época en la que las mujeres empezaron a votar, fue espectador de la primera proyección de una película con sonido, entre muchas otras experiencias que le permitieron expandir su mente y apoyar a artistas mexicanos como Diego Rivera, Rufino Tamayo, Clemente Orozco o Covarrubias a incursionar en otros países para que el mundo conociera el arte mexicano.
Es por esto que es importante promover el arte en los distintos niveles de la población y entre los mexicanos que viven en otros países, ya que esto ayudaría a lograr un acercamiento que puede proyectarse en las futuras generaciones y de esta manera los niños crezcan sabiendo que hay muchas cosas buenas y malas en el mundo y que muchas de ellas se pueden cambiar pero sobretodo que siempre existe una forma pacífica de expresar las ideas o pensamientos y esto es través del arte.
