Gala Vizcarra – “El arte no es para complacer, pero sí para compartir”

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Personajes surreales. Corporalidades accidentales. Paisajes oníricos. Emociones encarnadas.

Todo esto viene a la mente al momento de buscar apelar a la razón para poder poner en palabras la obra de Gala Vizcarra, sin embargo, no es desde la razón, sino desde la emoción; lo visceral, sentimental e instintivo que mejor se aborda y disfruta un arte tan expresivo y evocativo.

La artista visual Gala Vizcarra plasma en sus obras una emotividad y expresión en el rostro de sus sujetos altamente contagiable, la cual está entretejida con paisajes surreales y escenas oníricas por medio de una gran diversidad de técnicas que varían desde el óleo hasta el grabado y la tinta. El dominio de estas técnicas, adicionadas a la experimentación con materiales y superficies, le da a la obra de Gala un carácter altamente imaginativo y peculiar, creando mundos con sus propias lógicas, reglas y narrativas que resultan muy frescos y nuevos en el arte emergente, al mismo tiempo que demuestra referencias históricas del arte contrastando diversas técnicas en un mismo cuadro.

El pulso físico de la improvisación (2020) – Gala Vizcarra

Rostros alargados, protuberantes, toscos y a veces hasta grotescos parecen hacer mayor justicia a la experiencia carnal y a la geometría y anatomía real de los rostros humanos, al mismo tiempo que son reminiscentes del cubismo. Muchos de estos rostros surgen por medio de trazos cargados de voluntad y expresión, recordando incluso al arte de John R. Dillworth, mientras que en otros casos surgen por medio de “accidentes”; incidentes en el material o en el medio los cuales son aprovechados por Gala y su imaginación para crear rostros, personajes y escenarios. Esta pareidolia confiere a las obras de Gala muchísima espontaneidad, diversión y frescura, remontando al espectador a los días de infancia buscando caras en las nubes.

Los Exiliados (2020) – Gala Vizcarra

Estos accidentes son fundamentales para el proceso creativo de Gala, quien considera trabajar en una obra gráfica como un ejercicio retroactivo en el que el artista busca plasmar su visión al mismo tiempo que dialoga con el material, reinterpretándolo, buscando patrones y encontrando nuevas formas y significados. En palabras de Francis Bacon -inspiración para Gala- “Toda pintura es un accidente. Pero tampoco es solo accidente, porque uno debe de elegir qué parte del accidente preservar”.

Mequetrefe (2021) – Gala Vizcarra

En veces reminiscente a las penumbras y las corporalidades de Francis Bacon, en otras recordando a las escenas, poses y personajes de Remedios Varo, el arte de Gala Vizcarra transporta a mundos con emociones a flor de piel; pareciendo ser una imagen una descripción de emociones crudas traducidas a sensaciones corpóreas y estados de ánimo. Sus escenas frecuentemente toman el mismo aspecto que los sueños, dónde las sensaciones y emociones se pegan a la piel y el cuerpo se derrite.

Se me salió esto pero no sé de dónde (2022) – Gala Vizcarra
Salen a comer (2023) – Gala Vizcarra

El arte de Gala Vizcarra es profundamente único y peculiar. A pesar de ser una artista emergente, su estilo es muy marcado, auténtico y característico; algo que es verdaderamente difícil de lograr como artista, tomando a algunos años o la vida entera. Esto solo se logra por medio de una profunda autenticidad y franqueza consigo mismo, lo cual está muy evidentemente consolidado en Gala y su obra. En sus propias palabras, “el arte no es para complacer, pero sí para compartir”, y es muchísimo más importante cultivar y preservar la autenticidad de tu visión que mirar al exterior.

Es clara su visión, pero, ¿qué hay sobre el significado detrás de sus cuadros? Sobre esto, ella opina igual que Francis Bacon: “Si pudiera hablar de ello, ¿para qué lo pintaría?”.

Agradecimientos especiales a Gala Vizcarra y a María Fernanda Zapiaín.

CONTACTO DE LA ARTISTA: gala.vizcarra03@gmail.com

Carnaval (2021) – Gala Vizcarra

Autor

  • Enrique Rodríguez

    Enrique Rodríguez estudió Arquitectura en el ITESM campus Querétaro y en el Politecnico di Torino. Con un posgrado en expresionismo abstracto posguerra otorgado por el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), Enrique es un apasionado por el arte, el diseño y la literatura. Actualmente es arquitecto en Tesla, inc. además de llevar su práctica privada de arquitectura y su taller de artes visuales y diseño.

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Enrique Rodríguez

Enrique Rodríguez estudió Arquitectura en el ITESM campus Querétaro y en el Politecnico di Torino. Con un posgrado en expresionismo abstracto posguerra otorgado por el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), Enrique es un apasionado por el arte, el diseño y la literatura. Actualmente es arquitecto en Tesla, inc. además de llevar su práctica privada de arquitectura y su taller de artes visuales y diseño.
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