Sábado 22 de junio en la Ciudad de México, un día nublado que anunciaba la llegada del verano y el paso de las tormentas. Una calle oscura del centro, a las espaldas del barrio chino daba una imagen casi tétrica con las tiendas cerradas, los edificios antiguos y uno que otro caminante sin rumbo específico, solamente esperando a que pasara el mal tiempo. Ahí, en ese callejón que al mostrarse la luna se moría, vislumbra una tenue luz que ni siquiera se distinguía como cálida. Cual faro en mar remoto, la luz presentaba un pequeño cartel que avisaba LUNA-CONTORNO. Aquí es, se escuchaba afuera, mientras la lluvia no daba tregua.
Al pasillo daba una escalera, algo empinada, y ella daba a una zona de ruido. La frialdad del exterior se disipaba ante la calidez de los de adentro. ¿Qué más sino las risas de los que están disfrutando? Artistas, fotógrafos, críticos e incluso algunos chismosos estaban reunidos para un aniversario. No cualquier aniversario, el segundo para ser precisos. Y, para darse a conocer en la pequeña comunidad del arte en México, que se vuelve aún más íntima cuando es con artistas emergentes y otros emprendedores.
Así, el responsable de aquella reunión inició la bacanal con unas breves palabras cuál César ante el Senado y con un brindis se le abrió la puerta a la risa. Las horas se escurren al ritmo que se consumían las copas, dando nuevos significados a las obras con cada mirada (posiblemente tras cada copa) y tan solo algunos momentos quedaron enmarcados para la posteridad en fotografías que evocan a las sonrisas de esa noche.
La innovación no la podemos ignorar, grandes cambios vendrán a esta su revista. Comenzando por lo tangible, una expansión al mundo de la moda es la siguiente etapa. ¿Por qué no? Inicia con camisetas con mensajes, podría terminar con una pasarela en Milán, sólo Dios lo sabe. Pasamos a lo del alma, nuevos integrantes estuvieron ahí presentes. Distintas nacionalidades, de este continente y otros, fueron invitados de honor mientras exhibían sus últimos trabajos. Sin dejar a un lado a los que no estaban presentes, grandes proyectos están en su futuro junto al equipo que aquí leen. Terminamos con el origen, los que han estado desde un principio. Se preguntarán qué más se puede hacer con un medio digital que habla de arte. Ni idea, pero lo que es un hecho es que se puede cultivar la creatividad. Son pocas las veces que un grupo tan diverso logra echar raíces de amistad.
Acabado el festín llegó la cruda realidad. Hay que hacer un recuento de los gozos y finalmente aquel faro del callejón histórico se apagó, pero la lluvia seguía cayendo. Con la tranquilidad de una madrugada dominical solo quedaba una pregunta por responder. ¿Es este el final?
